
La iglesia, actualmente restaurada, es la única de dos torres en la ciudad. En su bella fachada, simétrica, se combinan elementos barrocos con la simplicidad de las composiciones neoclásicas.
El Carmen, ejemplo único, toma de la arquitectura de las edificaciones domésticas las pilastras exteriores y los arcos mixtilíneos interiores; y conforma con el
los uno de los más bellos frontispicios de las iglesias cubanas.
Este espacio urbano es de forma escalonada por uno de sus lados, detalle excepcional dentro del repertorio de plazas del recinto urbano. En este no sobrepasa el primer nivel ninguna vivienda salvo la majestuosa Iglesia del Carmen. La plaza se desarrolla a partir del extremo inferior de una calle y su encuent
ro perpendicular con otra.
La plaza del Carmen es uno de los marcos urbanos mejor conservados en su arquitectura y ambientación. Su surgimiento se ubica en las primeras décadas del sigl
o XIX y en su entorno se destaca una variada arquitectura popular, con patios irregulares y fachadas sencillas y modestas.
Allí, bajo el apoyo del franciscano Padre Valencia, se edificó uno de los conjuntos arquitectónicos más importantes de Camagüey, integrado por el hospital de mujeres en 1823 (hoy espacio que ocupa la escuela primaria Martha Abreu), la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen en 1825 (única de dos torres en la ciudad), y el Monasterio de las Ursulinas, inaugurado en 1829, dedicado a la enseñanza de niñas.